El presidente de Bolivia, Luis Arce, halló nuevas reservas en un megacampo de gas natural, cuya explotación podría generar ingresos adicionales por más de 260 millones de dólares al fisco, con una producción de cerca de tres millones de metros cúbicos diarios.
El hallazgo fue hecho en el pozo «Margarita-10», que opera la compañía española Repsol, en el campo Margarita-Huacaya, uno de los principales reservorios de gas natural del país, que abarca parte de las regiones sureñas de Chuquisaca y Tarija.
«Iniciamos el año pasado una exploración en el pozo Margarita Huacaya y nos está dando buenos resultados. Hermanos estamos encontrando reservas de gas en este pozo que explorábamos en nuestra gestión en el orden de 300 a 350 billones de pies cúbicos», sostuvo Arce en la ciudad andina de Oruro.
«Vamos a comenzar a explotar esta nueva reserva para aumentar los ingresos de gas para el país, beneficiando a todas y todos los bolivianos. Estas nuevas reservas también mejorarán los ingresos por Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) beneficiando a los gobiernos autónomos», agregó.
Ingresos por más de 260 millones de dólares
Por su parte, la petrolera estatal boliviana YPFB señaló en un comunicado que «la producción de este pozo generará ingresos al Estado por más de 260 millones de dólares al año».
«YPFB y Repsol hacen sus mayores esfuerzos para poner a disposición de los mercados esta producción en el menor tiempo posible», afirmó el presidente de la compañía boliviana, Armin Dorgathen.
El campo Margarita (en Tarija) y Huacaya (Chuquisaca) forman parte de uno de los principales reservorios de gas de Bolivia, donde operan Repsol y otras empresas extranjeras bajo concesiones del Estado boliviano, a través de YPFB.
El gas natural fue el principal producto de exportación de Bolivia y el mayor sustento de la economía boliviana en las dos últimas décadas, con sus principales mercados en Argentina y Brasil.
Pero en los últimos años se advirtió una disminución en la producción y los ingresos que genera la venta de hidrocarburos debido a las oscilaciones de los precios en los mercados externos.
Esto repercutió en una merma de los recursos que genera un impuesto que pagan las petroleras que operan en el país y que se reparte entre las gobernaciones, municipios y universidades estatales, entre otros sectores, para obras de infraestructura, salud y educación.
En este contexto, la minería -oro y zinc mayormente- en el último tiempo ganó mucho terreno y generó mayores ingresos.
En 2021, las exportaciones de Bolivia sumaron 10.936 millones de dólares, 59% más que el año anterior. De esta suma, 2.343 corresponden a hidrocarburos y 5.880 a minerales, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior.